Ocultos en la luz: los colores de la nebulosa de emisión
En los asentamientos humanos y sus alrededores hay una gran cantidad de luces. Esta iluminación no solo les ayuda a orientarse en la oscuridad, sino que también ilumina el cielo. Los objetos celestes débiles desaparecen, ocultos por el brillo artificial del cielo.
A diferencia de los objetos estelares, como los cúmulos globulares y las galaxias, o las nebulosas de reflexión, como el resplandor azul alrededor de las Pléyades, las nebulosas de emisión emiten su luz en colores muy específicos. Las más brillantes de estas llamadas líneas de emisión son
- H-Alfa: 656,3 nm
- H-Beta: 486,1 nm
- O-III_1: 495,9 nm
- O-III_2: 500,7 nm
- S-II_1: 671,7 nm
- S-II_2: 673,1 nm
Mientras que a simple vista solo se pueden distinguir las líneas O-III y H-beta debido a la escasa sensibilidad al rojo del ojo humano, una cámara puede captar todos los colores.
Los filtros de niebla de alto rendimiento, como los filtros de niebla Omegon Veil, suprimen la iluminación artificial, pero dejan pasar los colores de las nebulosas. De este modo, las nebulosas de emisión débiles, como la nebulosa Cirrus o la nebulosa Norteamérica, también pueden observarse fuera del desierto o de las altas montañas.
Los filtros OIII solo dejan pasar la luz con una longitud de onda de 501 nanómetros, que corresponde a la línea espectral del oxígeno doblemente ionizado. Esta línea es emitida por las nebulosas planetarias y algunas nebulosas de emisión, de modo que mediante este filtro estos objetos permanecen visibles mientras que el filtro bloquea el resto. Este efecto aumenta el contraste y hace visibles las nebulosas tenues.
Fotografía astronómica: los mejores resultados se obtienen con este filtro y cámaras monocromáticas. Lo ideal es combinar este filtro con los H-alfa y SII. Así se obtiene una imagen que muestra las delicadas estructuras nebulares con claridad y un contraste elevado.